Por Jesús Alfaro
Hausman lleva unos pocos años desarrollando la teoría de la riqueza de las naciones basada en lo que los países “saben hacer” y lo que “pueden saber” y, por tanto, producir y exportar. Cuanto mayor es la sabiduría de los habitantes de un país en un comercio determinado (pongamos el de productos del cuero) mayores son las posibilidades de que extiendan su comercio a productos en los que el “saber hacer” desarrollado con la fabricación de productos de cuero (tratamiento, teñido, diseño) es valioso (de la fabricación de botas a la marroquinería y de ahí a la de prendas de ropa). Hausman pone el ejemplo de Finlandia, la tala de árboles – tienen enormes bosques – y la fabricación de herramientas para la explotación silvícola.