Por Jorge Benavides Ruiz

 

Es sorprendente que, entre los estudiantes universitarios españoles –sobre todo los que tienen una orientación hacia el mundo de la empresa–, no se hable más de los graduate programs cuando de salidas profesionales se trata.

Los graduates programs son programas de reclutamiento de talento joven para formarlos de cara a desempeñar puestos de middle management y, eventualmente, ser líderes futuros de la compañía. Así que si no te convencen ni las salidas más “evidentes” (banca, Big 4, consultoría…), ni te llama la atención el emprendimiento, un graduate program puede ser la mejor opción para entrar en una gran corporación sin tener que pasar por un número indefinido de becas y contratos temporales.

A continuación, voy a compartir mi experiencia sobre lo que puedes esperar de un graduate program, cómo encontrarlos y cómo enfrentarte a su proceso de selección.

Como programas de captación y desarrollo de talento, estos programas suelen ser bastante exigentes, duran uno y varios años (en los que se espera que te quedes en la compañía) y se componen de varias rotaciones por diferentes departamentos o de diferentes etapas (formación pura y dura, on the job experience, un proyecto internacional, etc.). Cada empresa tiene su cultura y objetivos, así que cada programa es diferente.

Como contrapartida al alto nivel de exigencia –y de las expectativas que la empresa deposita en cada graduatelas condiciones del programa suelen ser mejores a las que encuentras en el mercado para recién graduados. Además, te aseguras de que vas a tener un trabajo retador y una curva de aprendizaje espectacular.

Muchas empresas empiezan los procesos de selección para estos programas en el primer cuatrimestre del curso y los publican en sus páginas web, en redes sociales (Linkedin, Infojobs, etc.), además de ir a Escuelas de Negocio o Asociaciones de Estudiantes que consideran de su interés. Puedes encontrar un programa de este tipo en multinacionales del consumo (Heineken, KraftHeinz, Unilever…), farmacéuticas (Merck, Teva…), bancos (ING…), tecnológicas (Microsoft, Cisco…) e incluso en administraciones públicas como es el caso de Australia. Hay más empresas de origen anglosajón, aunque cada vez se ven más multinacionales españolas que se animan (Sabadell, BBVA …).

El proceso de selección es duro. Hay tres consejos que son importantes en cualquier momento:

Primero, sé sincero. El proceso va a ser largo y van a terminar por “calarte”. Esto es algo bueno porque tú también vas a tener la oportunidad de conocer a la empresa, y así decidir si quieres invertir una parte importante de tu vida ahí.

Segundo, prepárate bien cada prueba. Parece una obviedad, pero la confianza que te da ir preparado te permitirá estar relajado y poder mostrar lo mejor de ti. Además, ten en cuenta que a estos procesos se suelen presentar mucha gente. En una de las finales en la que participé mencionaron que se habían presentado 3.000 personas para cubrir 10 vacantes (es decir, ¡el 0,33% de los candidatos!). Así que si no demuestras el mínimo interés, por muy bueno que seas, no van a fijarse en ti.

Tercero, demuestra ambición, motivación y ganas de aprender. No se espera de un recién graduado que vaya a salvar a la compañía ni que se crea el CEO. Pero sí que se espera que quieras comerte el mundo y vayas a aprovechar cada oportunidad que te ofrezcan.

El proceso es una combinación de las siguientes pruebas:

Filtrado de candidaturas.

Van a pedirte un CV, una carta de motivación y, a veces, el expediente o una carta de recomendación. Si te dejan subir otros archivos siempre está bien incluirlos. Investiga un poco la compañía y personaliza tu CV y carta de motivación. Recalca los aspectos de ti que sean más interesantes para esa empresa. No está de más que nunca mientas y que tu CV no ocupe más de una cara.

Test online

Existen un millar de test diferentes: numérico, verbal, de lógica, de comportamiento… A no ser que tengas mucho tiempo libre, no vas a poder preparártelo –además de que algunos de ellos no están diseñados para tener una respuesta correcta, sino para conocerte–. Te recomiendo que hagas los test de prueba que suelen ofrecerte hacer para familiarizarte y que los hagas individualmente –en más de una ocasión te hacen repetir el test durante la entrevista personal–.

Entrevista personal

Puedes tener una, dos, tres, etc. Normalmente tendrás una con alguien de recursos humanos (o un consultor externo) y otra con alguien de negocio. Pueden ser entrevistas de competencias (qué has hecho, qué sabes hacer, etc.) o situacionales (si estuvieras en esta situación, ¿cómo la manejarías?). Para esto te recomiendo que utilices el método STAR (Situation – Task – Action – Result) y que hayas preparado una lista de las 10 preguntas que creas más probables que te hagan. Eso te dará tranquilidad y te permitirá comunicar mejor.

Assessment Center

Casi todos los programas tienen una fase en el proceso de selección en el que se reúne a los finalistas para una última prueba de selección. En ella se combinan entrevistas individuales, paneles, presentaciones y, como colofón, un business case. Una vez más, aquí no suele haber margen para la preparación –salvo que te faciliten el caso con antelación–. Por tanto, creo que lo mejor es usar el mantra de un amigo “corazón caliente, manos frías”. Enfocarlo como una diversión ayuda.

Por último, hay que ser persistente. El año pasado solía decir que tenía tres trabajos: acabar la carrera, mis prácticas y buscar trabajo. Hice un número considerable de procesos de selección y, gracias a que no me desanimé, cada proceso me enseñó a enfrentar mejor el siguiente. Fue duro, pero creo que ha merecido la pena tener un trabajo en una industria que considero apasionante, muchas oportunidades para aprender y retos para seguir motivado.


Foto: JJBose