Por Juan Damián Moreno
El derecho a guardar silencio y a no confesarse culpable es una garantía constitucional básica en una democracia (Miranda v. Arizona), una precaución procesal especialmente dispuesta para prevenir el riesgo de las confesiones involuntarias u obtenidas bajo medios ilícitos, evitando con ello que el sospechoso pueda contribuir con sus actos a su propia condena.
A través de este video, expresado únicamente mediante un texto reflejado en una doble pantalla y del impactante sonido que acompaña a cada fase del interrogatorio, Ignas Krunglevicius muestra de qué forma el resultado de un interrogatorio puede en ocasiones llevar a conclusiones distintas a las que ha pretendido la persona interrogada. El autor presenta el caso de la mujer de un sacerdote americano, Mary Kovic, acusada de haber disparado contra su marido. Al ser interrogada por la policía, y a pesar de las garantías que rodean a este tipo de interrogatorios y de las advertencias que se le hacen respecto de sus derechos, la sospechosa acaba convirtiéndose en víctima de la manipulación de quien trata de arrancar de ella una confesión (duración 13 m). Interesante de ver, y si alguno se encuentra por Montpellier, puede ver la exposición completa en La Panacée.
Entre mis lecturas de verano, recomiendo mucho Homicidio, de David Simon, creador de The Wire, Treme y otra joyas.
Entre mil cosas más explicaba, en detalle, lo que supuso la sentencia Miranda y las técnicas empleadas por los inspectores de homicidios para hacer compatible Miranda y una confesión válida. Páginas impresionantes las relativas los interrogatorios, como todo lo que lleva la marca Simon de un realismo y veracidad espeluznantes. Mientras leía eso, pensaba justamente en lo interesante que sería para los colegas penalistas o procesalistas
Un par de fragmentos (y no pongo más por no infringir derechos 🙂 “En una época en que las palizas y las intimidaciones físicas eran herramientas comunes de investigación, las sentencias Miranda y Escobedo fueron pronunciadas por el más alto tribunal de la nación para asegurar que las confesiones y declaraciones de los delincuentes fueran totalmente voluntarias. La resultante advertencia Miranda era «una herramienta de protección para acabar con la atmósfera coercitiva del interrogatorio», como escribió el presidente de la Corte Suprema, el juez Earl Warren, reflejando la opinión de la mayoría del tribunal. Los investigadores tendrían que asegurar a… Ver más »
Me gustaría recomendar el magnifico video «dont talk to the police» https://www.youtube.com/watch?v=d-7o9xYp7eE el cual explica porque nunca NUNCA NUNCA se debe declarar al estar detenido. Seas inocente o culpable. Desgraciadamente, los clientes nunca suelen hacer caso al consejo.